“Material particulado con un grosor menor al de un cabello humano”
Se les conoce también como “partículas finas” y son aquellas partículas suspendidas compuestas por una compleja mezcla de sulfatos, nitratos, amoníaco, cloruro de sodio, hollín, polvos minerales y agua, con diámetro igual o menor a 2.5 micrómetros.
La exposición crónica a estas partículas agrava el asma, reduce la función pulmonar y se asocia con el desarrollo de diabetes, además de que pueden ocasionar disminución en el tamaño del feto. Suponen un mayor riesgo para la salud porque pueden atravesar la barrera pulmonar y entrar en en el sistema sanguíneo
Existe una estrecha relación cuantitativa entre la exposición a altas concentraciones de pequeñas partículas (PM10 y PM2,5) y el aumento de la mortalidad o morbilidad diaria y a largo plazo.
La contaminación con partículas conlleva efectos sanitarios incluso en muy bajas concentraciones; de hecho, no se ha podido identificar ningún umbral por debajo del cual no se hayan observado daños para la salud.
Provienen principalmente de fuentes de combustión, quemas abiertas, construcción, demolición, agricultura, minería, emisiones vehiculares y calles sin pavimentar.
Fuentes:
https://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Ciga/Libros2013/CD001593.pdf
https://www.paho.org/es/temas/calidad-aire
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ambient-(outdoor)-air-quality-and-health